Hay muchos tipos de discapacidad que afectan de manera muy distinta a los niños.
Evaluar a niños con discapacidad requiere conocer y tener en cuenta los aspectos diferenciales que se dan en cada caso. Y también requiere evaluar los recursos y apoyos ambientales, pues de ellos van a depender muchas veces las posibilidades de que el niño participe como un miembro más de la comunidad.
Cuando hablamos de niños con discapacidades nos estamos refiriendo a niños con discapacidades intelectuales (retraso mental), problemas emocionales severos, deficiencias ortopédicas, autismo, lesión cerebral traumática, otras deficiencias de salud o dificultades específicas del aprendizaje.
Criterios para diagnosticar discapacidad intelectual:
a) Limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual general.
El criterio de significación estrictamente se refiere a un CI que está dos o más veces la desviación típica por debajo de la media de la población para la medida.
b) Las limitaciones significativas en funcionamiento adaptativo se dan de forma concurrente con las limitaciones intelectuales.
Para este criterio la APA propone la utilización de una medida individual, comprensiva, de la conducta adaptativa.
Siguientes áreas de habilidades adaptativas: comunicación, autocuidado, vida doméstica, habilidades sociales, uso de la comunidad, autodirección, salud y seguridad, académica, ocio y trabajo.
c) La discapacidad intelectual debe manifestarse antes de los 18 años.
Este criterio se debe a que en la cultura occidental una persona asume funciones de adulto a esa edad, pues se considera el final del proceso de desarrollo del individuo.
Proceso de evaluación del retraso mental
Para que no se cometan errores serios en el diagnóstico de discapacidad intelectual, se ha de partir de una serie de asunciones provenientes de la experiencia de décadas anteriores en la evaluación de personas con discapacidad intelectual.
En primer lugar, se considera que una evaluación válida de las personas con limitaciones intelectuales debe tener en cuenta la diversidad cultural y lingüística del evaluado, así como sus posibles diferencias en aspectos comunicativos y comportamentales. Las pruebas y procedimientos aplicables deben partir de este supuesto. De lo contrario, estaríamos discriminando a todos aquellos individuos que pertenecen a grupos culturales minoritarios o que presentan características especiales.
La evaluación de las habilidades de adaptación adquiere su gnificado y utilidad cuando se hace en los ambientes naturales en los que la persona estudia o trabaja, vive, y se divierte. Y siempre, por supuesto, estamos hablando de ambientes similares a los de otras personas de su edad.
Evaluación de la limitación en inteligencia
Esto supone una puntuación típica de aproximadamente 75-70 o inferior, basándose en escalas con una media de 100 y una desviación típica de 15.
Los instrumentos más utilizados para evaluar el funcionamiento intelectual son:
Escala de Inteligencia Stanford-Binet
Escalas Wechsler
Batería Kaufman de Evaluación para Niños
Evaluación de la limitación del funcionamiento adaptativo
AAMD Adaptive Behavior Scales ABS
School Edition of the ABS
Vineland Adaptive Behavior Scales
Scales of Independent Behavior
Comprehensive Test of Adaptive Behavior
Evaluación de problemas psicoemocionales
Los problemas en el ámbito psicoemocional pueden ser bien conductas desadaptativas o perturbadoras o desórdenes psicopatológicos relacionados con diagnósticos psiquiátricos formales.
Se analiza la posible relación funcional entre un hecho del entorno y la conducta que muestra el individuo. La
premisa fundamental a tener en cuenta es que todos los problemas que muestran los individuos les sirven para un propósito concreto, son estrategias para conseguir algo.
Y cambiar el comportamiento va a requerir identificar ese propósito del comportamiento del individuo.
